El síndrome del niño hiperregalado

Hoy en día, la televisión, la publicidad y la accesibilidad crean deseos en los niños que hacen que pidan y pidan cosas todo el tiempo, sobre todo en estas fechas. A esto se suma, en ocasiones, el sentimiento de culpa de muchos padres por pasar poco tiempo con sus hijos y su intento de satisfacerles de manera cortoplacista. No es que no haya que regalar a los niños, sino que, como en todas las cosas, los extremos no son buenos. Por supuesto que un niño tiene que tener elementos con los que jugar, pero en su justa medida. ¿De verdad necesitan todas esas cosas para ser felices? Primero vamos a entender qué es este síndrome para, después, ver cómo podemos hacer para no caer en él.

¿Qué es?

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Cuando un niño está colmado de regalos y juguetes no puede concentrarse en cada uno y disfrutarlos. Desarrolla poco su imaginación, ya que no juega con ellos, y acaba por no valorarlos. Las consecuencias en los niños son notables: se vuelven consumistas, egoístas y con baja tolerancia a la frustración. Además, no valorarán los regalos ni el esfuerzo para conseguir las cosas. Siempre querrán más y más, no será fácil contentarlos ni satisfacerlos, creando un vacío emocional e interno.

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¿Qué hacer?

Si creemos que nuestro hijo está empezando a comportarse de esta manera, no hay que desesperarse. Todo puede volverse a encauzar con paciencia y, siguiendo unas pautas, conseguiremos que los niños valoren y aprecien lo que tienen y no lo que les falta. Tienen que entender que no todo se consigue “porque yo lo quiero” sino que, a veces, hay que realizar un esfuerzo. De esta forma, no le estaremos educando solo en su etapa de niño, sino que estaremos construyendo unos fuertes valores para su vida adulta.

Debemos aprender a canalizar nuestro sentimiento de culpa por no poder estar con nuestros hijos tanto como quisiéramos. Evitar los “sustitutivos” materiales y rápidos, así como frases tipo “los papás tienen que trabajar para ganar dinero y que puedas tener todos esos juguetes”. Lo que realmente quieren los niños es tiempo de calidad con sus padres, hermanos y abuelos… Hace unas temporadas, Ikea desarrolló una campaña publicitaria donde los niños podían pedir regalos a los Reyes Magos. En la segunda parte, se les preguntaba qué les pedirían a sus padres. La mayoría contestó: “que pasen más tiempo conmigo”.

 

 

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