¿Tu hijo sufre astenia primaveral?

La astenia primaveral no es una patología, no es una enfermedad, se trata más bien de un trastorno temporal que no tiene mayor importancia clínica pero que sí puede tener ciertos efectos en nuestra vida diaria.

Quienes más lo sufren son niños y ancianos. En todo caso, los síntomas durarán como máximo dos semanas.

Los síntomas de la astenia

No todas las personas manifiestan todos los síntomas ni con la misma intensidad, pero básicamente podemos decir que los principales son irritabilidad, nerviosismo, tristeza, cansancio y apatía.

En concreto, la fatiga puede deberse a que a nuestro cuerpo le cuesta adaptarse a las nuevas condiciones de luminosidad y de temperatura, así como a los cambios en la humedad y la presión atmosférica.

Cómo prevenir la astenia en los niños

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La rutina, tan necesaria en la educación infantil, es clave para prevenir la astenia en los más pequeños. Dentro de esta rutina, no debe faltar:

  1. Ejercicio físico. Con la práctica de ejercicio físico se libera dopamina y endorfinas, que ayudan a que nos sintamos bien. Por eso es tan importante su práctica siempre y más en estas fechas. Dentro del ejercicio incluimos los juegos donde realicen actividad física.
  1. Dieta equilibrada. Es uno de los pilares básicos para luchar contra la astenia. Aportar los nutrientes y vitaminas adecuados es necesario para que el niño mantenga una correcta salud física y mental. Hacer las cinco comidas diarias y no saltarse ninguna también es fundamental. Asimismo, evitar la bollería industrial y los embutidos muy grasos.
  1. Descanso adecuado. Los niños deberían dormir entre 9 y 10 horas. Está demostrado que los niveles de cortisol (hormona del estrés) disminuyen cuando se ha realizado un correcto descanso.
  1. Exposición solar. Es importante que el niño esté expuesto al sol para que se adapte lo antes posible al cambio. Eso sí: no olvidar aplicar la protección solar antes de salir de casa.
  1. Pasa tiempo con él, préstale atención, muéstrale cariño. Esto ayudará a mejorar su estado de ánimo.
  1. ¡Chocolate! A todos los niños les encanta y es una magnífica fuente de minerales y energía. Eso sí: si es puro, mejor.
  1. Hidratación. A veces los más pequeños no piden agua y a nosotros se nos olvida ofrecérsela. Siempre es importante mantener una buena hidratación, también en estas fechas.
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